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Fresco siempre fresco.

Cada queso tiene sus secretos y en nuestro Xornal siempre buscamos la manera de revelar esos secretos, para conseguir que puedas disfrutar de cada uno de nuestros productos sacándoles su máximo potencial.


Y el protagonista de hoy, será nuestro queso fresco. Este queso de sabor suave y dulzón es un favorito inmediato de todo el que lo prueba y aunque seguro habrá quien se lo termine entero al momento una vez abierto, os traemos algunos tips para alargar la vida de este queso que es especialmente delicado.

Hasta luego al suero.

El suero mantiene el queso hidratado, pero una vez abierto, lo primero es descartarlo. No te preocupes, el queso se mantendrá hidratado gracias a los siguientes pasos.


Lavado número 1.

Una vez descartado el suero, deberás lavarlo por primera vez. Esto se puede hacer bajo el agua del grifo, restregándolo suavemente para que no se rompa. Esto quitará cualquier resto de suero que quede.

Cerrado, pero bien.

Una vez lavado, el queso deberá reservarse en un recipiente hermético en la nevera. Es importante que sea lo más hermético posible, ya que esto es lo que ayudará al queso a mantener su humedad, su frescura y su sabor.


Lavado número 2,
3, 4 o 5.

Y este es el último secreto. Cada vez que quieras consumir el queso, lo ideal es volverlo a lavar. Esto quitará los residuos que naturalmente se forman en la corteza y el resultado será un sabor fresco y dulce característico de este queso.

Eso sí, recuerda que una vez abierto, deberás consumirlo en 3 o 4 días. Y si quieres probarlo, entra en nuestra tienda.

Si eres capaz desayunar queso, pero no hablo de pan tostado con queso tierno, sino un queso añejo o de los que tienen dos años o en tu casa puedes encontrar todo tipo de artilugios para los quesos…